Los ácidos grasos Omega 3: su importancia

Los ácidos grasos Omega 3: su importancia

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Las palabras “ácidos grasos” nos llevan a pensar en pensar en algo peligroso o que engorda, sin embargo si decimos Omega 3 o 6 ya creemos que son elementos beneficiosos, probablemente inducido nuestro pensamiento por el alud de anuncios que cantan sus virtudes ( sobre todo de compañías fabricantes de lácteos) pero ¿qué hay detrás de todo esto?. Vayamos por partes.

Los Omega 3 y 6 son ácidos grasos esenciales (que el cuerpo humano no fabrica y deben ingerirse en la alimentación) y, mientras de los Omega 3  tenemos casi siempre déficit pasa lo contrario con los Omega 6 que nos los suplementan hasta en la sopa (en cereales, carnes, lácteos o en los aceites de girasol, maíz o soja) .

La proporción ideal según los últimos estudios  se establece en 1/4 o 2/6 de los Omega 3/6. En las dietas occidentales se estima que la proporción es de 1/30. Es importante saber que que éstos ácidos funcionan en los procesos metabólicos juntos y que si tomas mucho de unos debes tomar mucho de los otros.

Los Omega 3 pueden provenir de fuentes vegetales o animales. El proveniente de las plantas es el ácido alfa-linolénico (ALA). Se denomina así porque  las semillas de lino son muy ricas en él. También está en grandes proporciones en aceites de nuez o colza. Las semillas se deben tomar frescas pero antes hay que triturarlas porque tienen cáscara dura y no las asimilaríamos (sólo nos servirían de fibra). Yo tomo una mezcla en polvo de semillas de lino, chía y sésamo que añado al final del zumo de naranja.

Hay una pega: El cuerpo debe transformar el ALA en otro ácido graso el EPA que, a su vez, se transforma en eicosanoides de serie 3 que son los verdaderos protectores de las arterias y el corazón, y además son antiinflamatorios y antialérgicos. También el ALA se transforma en DHA que desempeña un papel fundamental en el cerebro, la retina o en la movilidad de los espermatozoides. ¿Qué sucede? Que para realizar estos procesos el cuerpo necesita la presencia de la delta 6-desaturasa una enzima que, por desgracia, al envejecer  producimos cada vez menos. También una alta presencia de insulina en sangre como resultado de un consumo elevado de glúcidos, de una diabetes o de obesidad y poco ejercicio inhibe su formación.  Resultado: Cada vez metabolizamos menos el ALA vegetal.

Solución: Debemos tomar EPA y DHA directamente. Donde están más presentes es en el pescado azul y el marisco. Como consejo y dada la alta contaminación marina en metales pesados y dioxinas es mejor consumirlo de especies de la parte baja de la pirámide alimentaria como anchoas, caballa o sardinas en vez de salmón o atún. De ahí viene la fama actual del aceite de Krill, ese molusco microscópico del que se alimentan las ballenas en la Antártida (lo que pasa es que estos complementos suelen ser bastante caros). Yo lo tomo en perlas durante las comidas principales.

Salud y Omega 3


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